miércoles, 1 de junio de 2011

EL MURAL DE TOMAS

Tata Mandarina plateada que llegaste del sur con tu arte, a plasmar soberbiamente los rasgos geniales de Tomas Montilla, no entiendo como lo conseguiste sin haberlo conocido personalmente, aunque quizás no precisaste de esa dicha ya que cuantos lo conocimos nos llenamos de él y en parte podemos transmitir la esencia especial de la cual se revestía y en su ca casa, su choza, su palacio aun se respira en todo el espacio, en cada piedra, en cada hoja de su jardín su particular presencia. Es que no perdiste detalle y espléndidamente lo moldeaste confundido con mi bandera ya que los colores primarios se funden en él porque se con certeza que en su corazón y su mente llevaba forjados estos matices de patriota consumado que muchas veces encarno fuera y dentro de este país con honor y mucho orgullo la inconfundible condición venezolana. Tomás con el seño fruncido indica mucha concentración y seriedad, porque es como muy seria la música y él se la tomaba de esa manera y aunque su espíritu juglar y bohemio de poeta no permitía jamás sentir respeto ni reverencias por todo aquello que el común de la gente podría considerar, pero si apreciaba y admiraba lo más sencillo y esencial de la vida que eran los sentimientos sinceros que lo desbordaban. De manera que lo pintaste tocando su legendario Cuatro y montado en las clavijas del mismo, un majestuosos Turpial que con cierto recelo y estupor mira y admira al maestro ejecutar el instrumento y parece preguntarse: ¿Cómo lo puede hacer? Ya que cree y con razón que por su condición de ave cantora, el supremo creador le ha reservado solo para él emitir los más sublimes sonidos. Y lo acompañan muchas mariposas de vistosos colores para que nunca olvidemos el amor que sentía Tomás por las cosas hermosas, naturales y sencillas, lo que le permitía ser tan esencialmente especial para llenarnos el alma de amor y creo como una distinción a la creadora de este magnífico mural que esta interprentado solemnemente, como solía hacerlo, la Suite de Tangos que tanto nos deleitaba.

Félix Salamanca
Guanare, 13/mayo/2011

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